Damos paso a publicidad. ¡No se vayan!




sábado, 21 de mayo de 2011

La publicidad en los años 30.

Como el blog lleva demasiado tiempo "dormido", he decidido compartir con todos vosotros este hallazgo sorprendente para mí, y es que parece ser que en la historia de la publicidad suele pasarse de puntillas por la situación de nuestro país. No es que estuvieran ocultos hasta ahora, pero sí es cierto que no abundan las publicaciones al respecto.

Sin adrentrarnos en el parón producido en la Guerra Civil española, de esto os podré hablar mucho más profusamente en adelante, llama la atención especialmente un tratado de 1934, obra de Prat Gaballí, titulado Publicidad Racional, donde cuenta su experiencia como técnico desde 1913.




Menos significativo en su título es el Tratado Completo de Publicidad y Propaganda de Bori y Gardo, pero supongo que despierta la compasiva curiosidad ante todo lo publicado en 1936.

Llaman la atención sus cifras de negocio y su saber hacer que hoy nos parecería algo inocente, al menos en cierto modo:



Un cálculo estimado basado en la superficie de la publicidad comercial inserta en los periódicos españoles de todas las clases, nos da la certidumbre, sin gran margen de error, de que la suma invertida anualmente en anuncios en la prensa de nuestro país oscila alrededor de 50 millones de pesetas. No es posible calcular, con datos estadísticos de primera mano, las sumas que realmente invertimos en otros medios de publicidad (directa, exterior, luminosa, radiada, escaparates, muestras, objetos de reclamo, etc.); pero considerando la proporción aplicada a unos y a otros medios en los presupuestos que nos son conocidos, y la promedial de otros países, de acuerdo con estadísticas de dominio público, bien podemos suponer que la cifra anterior se dobla, es decir que todos los años se distribuyen en publicidad, dentro de España, cerca de cien millones de pesetas.


(Prat Gaballí, P., 1934, 25).



El director de publicidad o técnico es quien ha de preocuparse de llevar a la práctica cada uno de los aspectos de la campaña; ha de planear el cartel, de igual manera ha de pensar la composición fotográfica, la orientación de los textos, la coordinación de las piezas publicitarias con otras; ha de estudiar las fechas de su aparición, los medios de que ha de servirse y, finalmente, ha de dar las órdenes a los que han de ejecutar los aspectos distintos.


(Bori, R. y J. Gardó, 1936, 18).


Un homenaje para estos pioneros que importaron nuestra profesión no sin grandes dificultades.