Las marcas de alimentación tienen mucho que hacer todavía en el social media.

Hoy antes de cenar estaba leyendo una noticia que se publicó el viernes pasado sobre las marcas de alimentación y su presencia en las redes sociales. Como todos sabemos, se trata de un sector que está teniendo problemas por la cada vez mayor presencia de las marcas blancas en las principales cadenas de alimentación del país.

Si pensamos con objetividad en este fenómeno, no es más que algo completamente lógico. Tenemos diferentes marcas que ofrecen el mismo producto, cuya única diferencia es el envase y el precio, manteniendo la misma calidad en la mayoría de los casos. Nos decantaremos lógicamente por el más barato porque a casi nadie nos gusta pagar de más por gusto a gastar.

¿Cuál es la causa del problema y la solución para las marcas comerciales? Pues mostrar lo que tienen de diferente, su valor añadido. Si sólo hablan del producto en sí, pues realmente lo que están haciendo es publicidad indirecta para el equivalente de marca blanca, que en la mayoría de los casos existe.

Y ahora resulta que leo la noticia de que la mayoría de marcas no tienen ninguna presencia en las redes sociales, y de las que sí la tienen la mayoría las usan para emitir y no dialogar, que al fin y al cabo es el objetivo del social media. En el caso de Twitter, serían el típico ejemplo del usuario con seguidores pero que no sigue a nadie porque lo único que le importa es lo que él diga, y luego a largo plazo resulta que pierde seguidores lógicamente. Su falta de preocupación por permitir el feedback de sus clientes (y también tenerlo en cuenta) y por comunicar el valor añadido de su marca, que es lo que tienen que vender a sus públicos, es lo que está provocando esta situación.

¿Lo están haciendo mejor las marcas blancas? No, pero son más baratas y ahí está su propio valor diferencial.

En sus manos está parte de la solución.